La Catira VII. Por El Bohemio de Caracas. La historia de una rubia estudiante universitaria que se transforma en una verdadera heroína para su novio. Séptima Parte: Otro reto. Transcurre el minuto 15 del segundo tiempo en la cancha principal de la escuela de administración de la universidad. Mancha Verde FC está resistiendo los embates del Orinoco en el cuarto partido de la jornada del día 1° de mayo del 2001. El cuadro de Mario, Carlos, Lorenzo y compañía está adelante en el marcador ganando 4 a 2 en un partido muy reñido. Mario logra recuperar una pelota, pero cuando se dispone a pasarla para armar una jugada de contraataque, recibe una fuerte falta. El partido se detiene unos instantes, pues Mario quedó tendido en el piso retorciéndose de dolor mientras sus compañeros y algunos miembros de la banca lo atendían; el golpe recibido fue muy fuerte y cuando se levanta no puede afincar bien la pierna. Definitivamente no puede continuar y es sustituido por Carlos, agotando con él el último cambio disponible. Se reanuda el encuentro y Orinoco sigue atacando, porque Carlos es un jugador con más vocación defensiva que ofensiva y faltaban ya menos de cuatro minutos para la finalización. Pero Mancha Verde no logra asimilar bien la sustitución forzada de Mario y se ve impedido de salir jugando fácilmente de su cancha, dado que el contrario presionaba aún más. Y faltando dos minutos para terminar el juego, la fuerte presión de Orinoco rindió sus frutos y llegó el gol del descuento: el juego se ponía 4 a 3 y los rivales de Mancha Verde se animaron más que nunca. Ya el juego estaba por finalizar, ambos equipos agotaron los cambios y los tiempos. Se reanuda el encuentro, Orinoco presiona en busca del tanto del empate mientras que Carlos, Lorenzo y compañía defendían desesperadamente la corta ventaja que tenían en la pizarra. La cancha tenía mucho público, pues ambos equipos eran de los más populares de la escuela. Cuando empezó el match, el ambiente en el recinto era toda una fiesta, pero en estos instantes el griterío era confuso. Unos animaban a Orinoco, otros a Mancha Verde, todos a la vez, tornando el juego más dramático todavía, como si se tratase de una verdadera final. Ahí estaban los amigos de Carlos y Mario, con Rosalía nerviosa, Carmen y Norelys roncas de tanto gritar y Simón comiéndose las uñas. Jhonny, como siempre, bromeando y jugando con todos por igual, disfrutando del momento, aunque gritaba apoyando a sus panas. La emoción estaba en su punto más alto. El equipo de Carlos trataba de controlar el balón, haciendo pases y pases dejando pasar el tiempo, mientras que el conjunto rival trataba de presionar, achicando los espacios. Saúl, uno de los compañeros de equipo de Carlos, pierde la pelota producto de ese desesperado pressing y el jugador de Orinoco avanza unos metros. Carlos trata de marcarlo, pero es driblado, quedando el atacante solo ante el portero Juan Pablo, que era el suplente, pues el titular estaba suspendido por haber sido expulsado en el anterior encuentro. Juan Pablo ¿Se acuerdan? En el capítulo anterior, Juan Pablo era uno de los acompañantes de Jhonny la noche que emboscaron a Carlos y a Norelys. Ese año se dio la casualidad de que empezó a estudiar en la universidad la misma carrera de nuestros protagonistas y en una caimanera que jugó con nuestros amigos resultó ser un excelente portero de futbolito, enrolándose en el equipo de Carlos y Mario, solucionando al equipo el problema que tenían por no tener portero suplente. Además había confianza, puesto que Jhonny ya se los había presentado anteriormente, haciendo amistad con ellos y con el resto de nuestros protagonistas. Y regresando a la cancha, el jugador de Orinoco quedo solo ante el pórtico de Juan Pablo, quien hasta ese momento había sido una de las figuras del encuentro con sus atajadas. El atacante se acomodó la pelota a su pierna zurda y mandó un riflazo cruzado al poste de la mano izquierda de Juan Pablo. La pelota rebotó y se devolvió a la cancha, pero lejos del alcance del jugador de Orinoco. Carlos se había devuelto y consiguió hacerse con el balón y gambeteando a otro contrario, pudo avanzar con velocidad, en otra jugada de contragolpe. Vio que Lorenzo estaba solo, puesto que todos los jugadores de Orinoco se habían lanzado al ataque, descuidando peligrosamente la defensa, por lo tanto no dudó en entregársela. Lorenzo recibe la pelota, encara al portero que salió de su área, logra evadirlo y cuando se disponía a tirar a puerta es derribado por el burlado arquero. -¡FAAAAALTAAAAAAA!- gritó emocionada la barra de Mancha Verde, pero no era penal, puesto que había sido fuera del área, si no que se trataba de la sexta falta colectiva, que implica tiro libre directo y sin barrera. Los amigos y simpatizantes del equipo de Carlos y Mario festejaban. Lorenzo pidió cobrar dicha falta. Todos los presentes hicieron silencio mientras el goleador del equipo tomaba impulso para chutar la pelota. Le dio con todas sus fuerzas, pero el tiro iba colocado, pegado al poste de la mano derecha del golero, quien estiró su brazo pero no pudo llegarle al balón. La pelota dio en el palo, pero de todos modos se introdujo en la red, haciendo estallar de alegría a todos los seguidores de Mancha Verde, pues ponía el marcador 5 a 3 a su favor y a tan solo segundos de los tres pitazos finales, el encuentro ya estaba sentenciado. Los jugadores de Orinoco sacaron desde el centro de la cancha, pero ya habían bajado los brazos, atacando sin fuerza y cuando el árbitro señaló el final del encuentro, la alegría de los parciales de Mancha Verde estalló definitivamente. Se trataba de la primera victoria en cuatro juegos, los tres primeros partidos los empataron, manteniéndose todavía invictos y solo faltaba ganar el último match y volver a esperar por los otros resultados. Todavía se sentían bajo presión, pero esta primera victoria les devolvía el ánimo. -MUCHACHOS ¡GANAREMOS EL PRÓXIMO JUEGO Y CLASIFICAREMOS! ¡NO JODA!- gritaba un emocionado Carlos, mientras su novia Norelys lo abrazaba. Carmen, Rosalía, Simón y Jhonny se unieron a los demás hinchas que invadieron la cancha, en un ruidoso festejo. Hasta ese encuentro no habían tenido mucha suerte. Se dejaron empatar los dos primeros juegos después de ir ganando y el tercero lo igualaron tras remontar una ventaja de tres goles del rival. Esta vez hicieron mejor las cosas y ganaron en buena lid, aunque debieron pagar un precio: La lesión de Mario era en verdad delicada. No podía caminar bien y su pierna estaba hinchada, temiéndose su posible baja. Ahora debían esperar el fin de semana siguiente para jugar el último encuentro de grupo. Debían ganar a toda costa si querían clasificar en un grupo que estaba muy peleado, donde todos habían perdido, menos ellos. Al contrario de la otra serie, que era cómodamente liderada por Danubio, equipo en el cual jugaban varios egresados de la escuela y que había ganado fácilmente todos sus encuentros, logrando su pase anticipadamente a las semifinales, constituyéndose como amplios favoritos para llevarse el trofeo de campeón. Esperaba por el que llegara de segundo en el grupo de Mancha Verde. Los muchachos salieron de la universidad y se reunieron en un local cercano, donde ocuparon varias mesas y se pusieron a celebrar.-ESTAMOS CELEBRANDO, PERO CONSCIENTES DE QUE NOS FALTA UN JUEGO QUE HAY QUE GANAR- dijo Juan Pablo a uno de los encargados del negocio, quien le advirtió lo peligroso que era contar los pollos antes de nacer -FESTEJEN, PERO MODEREN SU EUFORIA- les habría dicho. En una de las mesas, el grupo de nuestros protagonistas charlaba muy animadamente. Se vieron juntos a Simón y a Rosalía, pues el "cerebro" de la pandilla logró asimilar el golpe sentimental que le supuso el rechazo de su amiga, mas bien confesó, después de escuchar un comentario jocoso de Jhonny al respecto - YA TENGO A UNA QUE ME MUEVE EL PISO-, -¡EEEEEESSOOOOOOO!- festejaron sus amigos y brindaron por esa noticia. Siguieron celebrando hasta entrada la noche y Carlos, quien no tomaba se mareó luego de beber unas cuatro botellas de cerveza -BEBO PORQUE LA OCASIÓN LO AMERITA, AUNQUE NOS FALTA GANAR PARA CLASIFICAR. ESTOY SEGURO QUE LO HAREMOS- justificó, mientras que la catira, como todos saben, es una bebedora que tiene buena resistencia a los efectos del alcohol, pues no se mareaba así de fácil. Entonces, Simón recibió una llamada en su celular, atendió e inmediatamente se levantó de la mesa diciendo -SEÑORES, YA DEBO IRME, ME ESTÁN ESPERANDO -, -¡EEEEEEEEEEESOOOOOOOO!- volvieron a bromear los muchachos, estallando en risas y carcajadas. Luego de la ida de Simón, los muchachos se quedaron un rato más y entonces todos los que estaban en el local empezaron a retirarse poco a poco. Hasta que Norelys vio que Carlos estaba muy mareado y decidió llevárselo. -.BUENO, MIS QUERIDOS PANAS ¡NOS VAMOS!- dijo la catira y entonces todos resolvieron retirarse al mismo tiempo. Pagaron la cuenta y se marchó cada cual a su casa. Lamentablemente, el destino le tendría reservado a nuestros amigos una muy dolorosa y amarga experiencia en ese último encuentro de grupo el día sábado. En un partido en el que no contaron con la presencia de Mario en la cancha debido a la lesión y donde nuestros muchachos cometieron muchos errores, entre ellos el de menospreciar a su rival, puesto que era el colero de la serie, terminaron empatando a siete tantos un juego en el que iban perdiendo por 7 a 4 a falta de 10 minutos para el final. Y para acrecentar aún más sus males, no tuvieron suerte con el árbitro, quien les anuló dos legítimos goles cuando comenzaban a remontar el marcador, expulsó a Samuel por protestar la invalidación de uno de esos tantos, dejando al equipo con un hombre menos, además de equivocarse en varias jugadas y acciones del partido que terminaron perjudicando a nuestros protagonistas, quienes por primera vez desde que jugaban juntos empezaron a discutir entre ellos dentro de la cancha. Cuando terminó el encuentro, cada cual se fue por su lado, destacando una agria discusión que tuvieron Carlos y Lorenzo, que de no ser por la intervención de Norelys y de los demás pudieron irse a las manos. -¡BASTA!- les gritó la catira interponiéndose entre los dos, empujando a Lorenzo, a quien le sorprendió la fuerza y determinación de la novia de Carlos para apartarlo de él, además de contener al propio Carlos. Juan Pablo recordó con mucha tristeza las palabras del encargado del local a donde fueron a festejar prematuramente su victoria sobre Orinoco y su posible clasificación -"... NO CUENTEN LOS POLLOS ANTES DE NACER... "-. Y en la noche Mario llamó a Carlos para preguntarle como había quedado el juego. Mario no asistió puesto que tuvieron que enyesarle la pierna, guardando reposo absoluto. Entonces Carlos escuchó cómo a su amigo se le quebraba la voz cuando dijo que sentía rabia por lo sucedido, que se sentía mal por no poder ayudar. -CHAMO, LO PEOR FUE QUE NOS ELIMINARON SIN PERDER UN SOLO PARTIDO... NOS FUIMOS INVICTOS EN LA PRIMERA RONDA... NOS... NOS VEMOS- fueron las palabras que Carlos escuchó de su amigo antes de colgar. Los muchachos estaban realmente tristes, los del equipo se sentían abatidos, mientras que Carmen, Rosalía, Jhonny y Simón estaban apenados por ello. Así que nuestros protagonistas sólo de dedicaron a estudiar para olvidar tal hecho. Esta vez en el grupo hubo aplazados: Carmen, Jhonny, Mario y Carlos reprobaron Investigación de Operaciones II, debiendo repetir la asignatura para el próximo año académico. Mientras que Norelys, Simón y Rosalía aprobaron sus materias, pero no pudieron levantar mucho sus promedios de notas. Se preparaban para las vacaciones culminadas las clases. También hay que decir que las últimas semanas de clases vieron como se molestaban Carlos y Norelys. Por primera vez la relación de nuestros protagonistas tendría que pasar por una prueba. Debido a la actitud de Carlos tras ese juego, Norelys andaba molesta. No quería hablarle, pues su novio como estaba enojado por la situación, quiso descargar sus tensiones con ella de mala manera. Por más que Carlos la llamaba dspués a su casa pidiendole perdón o la buscaba en clases para hablarle cariñosamente y disculparse, la catira lo rechazaba. -DEBES APRENDER A COMPORTARTE, CARLOS, DEBES MADURAR- le dijo la catira una vez, provocando molestia en su novio, quien al principio se tomó a mal el consejo, empezando a reclamarle a Norelys otras cosas que no tenían que ver con lo sucedido después del juego, haciendo que la catira se enojara muchísimo más con él. Estuvieron separados por un tiempo. Cierto día la catira caminaba por la calle, sola, rumbo a su casa cuando a una muchacha hablarle de manera despectiva -¡EPA, CATIRRUSIA! ¡PEDAZO DE BICHA! ¡VOLTEA!-. Norelys miró hacia atrás y vio que era Raiza. La muchacha a quien dio una paliza por golpear a Rosalía, y que después en venganza le mandó a unos maleantes para golpearla. Tenía bastante tiempo sin verla, aunque la reconoció, pues salvo el peinado que tenía, no había cambiado mucho -HOLA, ESTÚPIDA. VEO QUE ANDAS SOLA ¿QUÉ PASO CON TU NOVIECITO? ¿TE DEJO?- preguntaba una sarcástica Raiza. -¿QUÉ TE PASA, RIDÍCULA? ¿CÓMO QUE SE TE OLVIDO LO QUE TE HICE Y TE DIJE LA ÚLTIMA VEZ QUE NOS VIMOS?- entonces fue a donde estaba ella con ánimos de golpearla. Raiza le dijo -MIRA, CATIRA OXIGENADA, HE VENIDO PARA DECIRTE ALGO... ALGUIEN QUIERE TENER UN DUELO CONTIGO... ALGUIEN A QUIEN NO LE GUSTÓ PARA NADA LA FORMA COMO ME TRATASTE A MÍ Y A UNA AMIGA -. Norelys detuvo su marcha frente a ella y frunció el ceño, extrañada -AH ¿SÍ? PUES ¿QUIÉN PODRA SER?... -. -YA VERÁS- contestó Raiza y entonces miró hacia un kiosco que estaba en la acera de enfrente. Allí estaba, viendo las portadas de los periódicos y revistas, una muchacha bajita, pues mediría por lo menos 1,68 mts., blanca, cabello largo y negro, vestida con un conjunto deportivo y tenía lentes oscuros. Norelys no la reconoció. La muchacha las vio y entonces cruzó la calle y llegó a donde estaban ellas, saludó a Raiza y después miró a la catira de arriba abajo. -NOS VOLVEMOS A ENCONTRAR, MI AMOR- le habló a Norelys quien preguntó -¿QUÉ? ¿ACASO CONSEGUISTE UNA MADRINA QUE ME QUIERE COBRAR UNA DEUDA QUE YA NO EXISTE, BICHA?-. -BUENO, DIGAMOS QUE SÍ. ESTA SEÑORITA TE TIENE MUCHAS GANAS, MUCHACHA PAJÚA ¿A QUE NO LA RECUERDAS?- retó Raiza. Norelys no recordaba a la mujer en cuestión, debido a los lentes oscuros que tenía puestos. - ¿NO TE ACUERDAS DE MÍ? ENTONCES DÉJAME REFRESCARTE LA MEMORIA. ¿TE ACUERDAS AQUELLA NOCHE EN LA PARADA DEL AUTOBÚS?- dijo la muchacha, quien acto seguido se quita los lentes, mostrando sus ojos negros, sorprendiendo a la catira: era Judith, la amiga de Raiza que la acompañó esa noche y la última vez que se vieron cuando Norelys y sus amigas fueron a advertirle que no se metieran más con ellas. La catira movía su cabeza en gesto afirmativo, mientras pensaba -¿AAAHHH? OKEY-. Judith miraba a Norelys con ojos penetrantes, pues eran de un negro bastante intenso que no permitía apreciar sus pupilas. -ASÍ QUE ERES TÚ QUIEN VA A COBRARME L0 QUE HICE CON TU AMIGUITA ¿VERDAD?- dijo la catira, contestando Judith - SI... ESTUVE ESPERANDO MUCHO TIEMPO... - luego se apretó su puño derecho con su mano izquierda haciendo sonar sus dedos, escuchándose claramente el crujido de las falanges. Entonces la expresión del rostro de Judith cambió, comenzó a mirarla fijamente, muy seria, a lo que Norelys respondió con otra mirada, pero enseguida notó algo en las facciones de Judith: su rostro estaba algo cambiado, lucía más delgado, pero un poco rígido, igual su cuello, también delgado, pero sus músculos se notaban. A Norelys le dio la impresión que su interlocutora estuvo haciendo ejercicios, pues en definitiva el rostro de Judith emanaba frescura y sobretodo, energía. No era la misma chica frágil de hace un año atrás. Entonces intervino Raiza, quien apreció lo pesado que se puso el ambiente -CATIRITA, COMO LO VES, JUDITH ESTÁ ALGO INTERESADA EN TI, ASÍ QUE TE PROPONGO LO SIGUIENTE ¿QUÉ TAL SI NO ERES CAPAZ DE HACER CON ELLA LO QUE ME HICISTE HACE TIEMPO?- respondiendo la catira -¿AAAHHHH? ASÍ QUE TE BUSCASTE UNA MUJER COMO GUARDAESPALDAS, ELLA ERA TU GUARDAESPALDAS, TU MADRINA ¿NO? ¿Y ESO QUE BUSCASTE A UNA CHICA PARA AMEDRENTARME? ¿ACASO YA NO CONFÍAS EN LOS HOMBRES?-. -NO ES PRECISAMENTE MI GUARDAESPALDAS, PERO TE DIGO, ELLA COMPARTE MIS SENTIMIENTOS HACIA TI. ENTONCES SE ME OCURRE ESTA IDEA. ¿QUÉ TAL SI NOS REUNIMOS EL SÁBADO POR LA NOCHE, EN EL GIMNASIO DEL PARQUE PARA QUE TÚ Y MI AMIGA JUDITH PUEDAN "DIRIMIR" NUESTRAS DIFERENCIAS?-. Norelys responde -EL GIMNASIO ESTÁ CERRADO CASI TODO EL TIEMPO, NO LO USAN ¿Y UN SÁBADO EN LA NOCHE? POR FAVOR...-. -POR ESO MISMO, MIJA, VAMOS A USARLO, NOS ESCABULLIMOS ALLÍ Y UNA VEZ DENTRO TU Y JUDITH PELEARÁN ¿TE ATREVES O NO?- retó Raiza. -BUENO, ESTÁ BIEN ¿A QUÉ HORA?-. -A LAS OCHO, RECUERDA ESTAR EN EL PARQUE MÁS TEMPRANO, PUES A LAS SIETE Y MEDIA LO CIERRAN . -MUY BIEN, ALLÍ ESTARÉ-. -¡PERFECTO! VÁMONOS JUDITH- dijo Raiza, quien tuvo que repetir la frase a su amiga, quien todavía miraba con fijeza a la catira, con los brazos abajo, pero con los puños cerrados y parada con las piernas un poco separadas en actitud retadora. Terminaría marchándose, no sin antes decirle a la catira en voz baja -TE ESPERO-. Mientras caminaban, ambas comentaban de ese reto. Raiza se frotaba las manos mientras decía -ESA CATIRA ESTÁ CONFIADA ¡NO SABE DE LO QUE TÚ ERES CAPAZ!- pero Judith replicó -NO LO SABE, MÁS LO SOSPECHA- y miró a Raiza con una expresión siniestra en sus ojos, al punto de intimidarla haciendo que su acompañante se le borrara un poco la sonrisa maquiavélica. -VAS A VER LO QUE HARÉ CON ELLA ESE SÁBADO- soltó Judith. Pasó casi un año desde aquél incidente en el cual Norelys prácticamente humilló a Raiza en el callejón delante de Judith. Y desde entonces la amiga de Raiza se inscribió en un gimnasio en donde hacía ejercicios durante más de dos horas diarias. Había invitado a su amiga a meterse en el gimnasio, cosa que Raiza hizo, pero por poco más de dos meses, pues era una muchacha floja para la actividad muscular y deportiva, quedando sola Judith, quien se dedicó en cuerpo y alma a fortalecerse. Fueron varios los meses en los que la futura rival de la catira entrenaba prácticamente de manera ininterrupida, a parte de seguir al pié de la letra las indicaciones que le hacían los instructores en cuanto a dietas a seguir, consiguiendo en poco tiempo esculpir una figura atlética que, curiosamente, tampoco quería lucir delante de los demás, ni siquiera en el gimnasio. Era una asombrosa coincidencia que la amiga de Raiza tuviera el ese patrón de comportamiento de la catira. En verdad había logrado construir un cuerpo lo bastante fuerte como para entablar una lucha con Norelys. Ni siquiera Raiza sabía cómo era físicamente hablando. Y por último, para terminar de completar el cuadro, Judith también comenzó a asistir a otro lugar en donde aprendió cierto tipo de lucha. Eso lo mantenía en secreto también, a pesar de haber manifestado en una oportunidad sus deseos de luchar con la catira. -ME ESTOY PREPARANDO. NADA MÁS- le contestó a Raiza en una oportunidad cuando ella decidió vengar por las dos aquella afrenta. Pero en el fondo, admiraba en cierta forma a Norelys... Norelys se fue para su casa. Se duchó y cenó, para después telefonear a Rosalía y contarle lo que le había acabado de ocurrir. Luego de relatarle todo, su amiga preguntó -¿ACEPTASTE EL RETO?-, -POR SUPUESTO QUE SÍ, ROSALÍA. NO IBA A NEGARME-. Volvió a preguntar Rosalía -¿Y ESA CHAMA JUDITH? ¿CÓMO LA VISTE? ELLA VIO CUANDO TÚ LE DABAS SU REDOBLONA AL MALANDRO AQUÉL ¿SABRÁ LO QUE HACE?-. -MIRA, ROSA, NO SÉ, NI ME INTERESA, LO CIERTO DEL CASO ES QUE ELLA ME ESTÁ BUSCANDO... Y ME VA A ENCONTRAR. AUNQUE NOTÉ ALGO RARO EN ELLA QUE ME PUSO A PENSAR. ESA CHAMA HACE EJERCICIOS, ESTA CAMBIADA, FÍSICAMENTE NO ES LA MISMA.-. -¿NO? PUES ENTONCES TEN CUIDADO... AUNQUE BUENO... YO CONFÍO EN TI. SI PUDISTE JODER A UN HOMBRE ESA NOCHE, CON UNA CHICA PUEDES HACERLO MÁS FÁCIL, VÍ COMO LE DISTE SU PALIZA A RAIZA, A MENOS QUE... -. -¿A MENOS QUE QUÉ?- preguntó la catira, -A, MENOS QUE ESA CHAMA SEPA PELEAR IGUAL QUE TÚ. OYE, NO NOS HAS DICHO SI TÚ ERES KARATEKA ¿PRACTICAS ARTES MARCIALES? POR LO QUE VÍ, CREO QUE SÍ-. Entonces la catira no tuvo más que confirmarle eso a Rosalía, que era experta en artes marciales, no solamente de karate, sino también tae kwon do y judo, dejando sorprendida a su amiga. -AY, Norelys ¡ME GUSTARÍA APRENDER A PELEAR! ¡A DEFENDERME SOLA! ¿ME ENSEÑAS?- se entusiasmó Rosalía -BUENO, NOS REUNIMOS EN EL PARQUE POR LAS TARDES Y TE ENSEÑO ALGUNAS COSAS ¿OK?-, -¿ALGUNAS COSAS? ¡NOOOOO, VALE! ¡ENSÉÑAME A PELEAR BIEN!-, -JA JA JA JA JA, ¡ESTA BIEN!- se comprometió la catira. Pasó esa semana. Norelys trotaba en el parque y hacía barras. Y como había quedado en enseñar a pelear a Rosalía aprovechó de retomar algunas técnicas de pelea que no ponía en práctica desde hacía mucho tiempo. Sin ser cinta negra ni mucho menos tener el título de sensei o sabonin, comenzó a enseñar a su amiga a luchar. -DEBERÍAS METERTE EN UN GIMNASIO O DOJO, ASÍ APRENDERÁS MEJOR- le dijo a Rosalía, quien contestó -TRANQUILA, CONSIDERO QUE LO QUE ME ENSEÑAS ES SUFICIENTE... POR AHORA-. El día viernes, mientras practicaban, Rosalía preguntó -¿A QUÉ HORA VAS A IR A PELEAR?-, -A LAS OCHO DE LA NOCHE EN EL GIMNASIO-, -¿NO LE DIJISTE A Carlos? ¿TODAVÍA ESTÁN PELEADOS?-, -NO LE HE DICHO NADA, ABSOLUTAMENTE NADA. ES MÁS TENGO TIEMPO QUE NO LO VEO, NI SIQUIERA HABLAMOS- y por ahí Norelys aprovechó de desahogarse un poco de lo del tema de su relación con Carlos, que estaba pasando por un bache muy desagradable. -EL NO ESTA ENTERADO DE ESTO- le dijo cabizbaja a Rosalía, quien la animó -TRANQUILA QUE NO VAS A ESTAR SOLA. NOS VEMOS EN EL PARQUE TEMPRANO. ADEMÁS, QUIERO DARTE UNA MANO POR SI ACASO RAIZA SALE CON UNA JUGADA SUCIA. NUNCA CONFÍES EN ELLA-. Norelys acostumbraba a hacer las barras temprano, antes que Rosalía llegara, pero casualmente ese día Rosalía la vio. No le dijo nada al principio, pese a que se quedó asombrada del tipo de ejercicios que su rubia amiga hacía en los hierros. Así que dejo la pregunta de "las mil lochas" para el final -OYE NORELYS, YA DESCUBRÍ EL SECRETO DE TU FUERZA, JA, JA. ¿NO TENDRÁS LOS MUSCULOS DESARROLLADOS? BUENO, CON ESE MONO QUE CARGAS NO SE TE NOTA-, Norelys le dijo -VOY A MOSTRARTE ALGO QUE NO SE LO ENSEÑO A NADIE, SALVO A LAS PERSONAS MÁS ALLEGADAS- y acto seguido, se subió una de las mangas del suéter, mostrando su brazo ante la expectación de Rosalía, quien al principio no notó nada raro mientras la catira lo tenía estirado. Pero cuando lo flexionó, de inmediato se apoderó del rostro de su compañera y amiga una expresión de asombro muy grande pues, apareció un voluminoso pero hermosamente definido bícep. -¡CHAMA! ¡ERES FUERTE DE VERDAD!- dijo Rosalía que se apresuró en tocar el musculoso brazo de la catira y apretó el bícep que lo tenía contraído, le pareció que tocaba una piedra y no un músculo. Rosalía preguntó que cómo había desarrollado tanta fibra muscular -TRANQUILA ROSA, QUE EL SÁBADO VAS A VER, COMO ERES PANA SABRÁS QUIEN SOY- dijo Norelys mientras se bajaba la manga del suéter. Fueron hasta la salida del parque y se despidieron, yéndose cada quien a su casa. Norelys durmió esa noche sin sobresaltos, pero durante todo ese día sábado estaba inquieta. No hallaba qué hacer para controlar esa ansiedad, parecía una fiera enjaulada que veía ansiosa cómo transcurrían las horas. Finalmente, llegó la hora... ¿Como será ese desafío con Judith? ¿Con qué se topará nuestra amiga? Continuará. 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