EN LA CLINICA 1 - BELEN, ENFERMERA DE URGENCIA Por Esper, esper_cl@yahoo.es Manfredo tiene un accidente. En la cl�nica encuentra a una enfermera, la que es una antigua amiga, caracterizada por su fuerza. El lugar es la Cl�nica La Colina, en la cual se desarrollar�n futuras historias. MANFREDO TIENE UN ACCIDENTE Todo empez� cuando Manfredo tuvo un accidente automovil�stico. El resultado fue un brazo roto, unas costillas rotas y un esquince en el tobillo. Lo llevaron de urgencia a la Cl�nica La Colina. Lo atendieron entre dos m�dicos. Para su sorpresa y agrado, la enfermera de urgencia era una conocida de �l, llamada Bel�n. Al verse se saludaron sonriendo y llam�ndose por el nombre. Conversaron unos momentos. BELEN: �Manfredo! Me da gusto verte, aunque no me da gusto que est�s lesionado. MANFREDO: �Hola Bel�n! Tambi�n me da gusto verte. Perdona que no me ponga de pie para saludarte jajajaa BELEN: Jajajaja Me alegra que no pierdas el sentido de humor. Bel�n y Manfredo se conoc�an desde la �poca del colegio. Ella es dos a�os mayor. De hecho, �l era compa�ero de Rosario, la hermana de Bel�n. Manfredo estimaba que med�a entorno a uno ochenta, m�s alta que �l con su metro setenta y siete. Era corpulenta, del tipo fortachona. Era morena con el pelo negro rizado. La recordaba con el pelo a los hombros. Ahora estaba con una trenza, la que se la hab�a hecho seguramente para trabajar con comodidad. A Manfredo siempre le gust� Bel�n. Fue una mezcla entre sue�o er�tico con amor plat�nico. Muchas de sus pajas se las dedic� a ella. Bel�n se daba cuenta de que era del gusto de �l. Como mujer, sab�a interpretar miradas. A veces que �l se quedaba mir�ndola, y ella le respond�a con una sonrisa. Para entonces, los dos ten�an sus parejas. VEINTE A�OS ANTES DEL ACCIDENTE DE MANFREDO En el colegio, Manfredo fue compa�ero de Rosario, la hermana de Bel�n. Rosario era m�s o menos de la estatura de Manfredo, o sea m�s baja que su hermana. Estudiaban algunos ramos con dos compa�eros m�s, hombre y mujer. Manfredo era particularmente bueno en matem�ticas y f�sica, y su presencia en las sesiones de estudios eran un gran aporte. Rosario se daba cuenta que una parte de sus buenas notas en esos ramos era gracias a Manfredo. En lo dem�s no eran los mejores amigos, pero ten�an una buena relaci�n. Se invitaban a las fiestas de cumplea�os y hac�an paseos, juntos con otros compa�eros. Sucedi� que una compa�era de ellos, llamada Claudia, vio a Rosario en un parque, bes�ndose con otra chica. Claudia les cont� a algunas personas, y de ah� corri� el rumor del lesbianismo de Rosario. Esto caus� rechazo en muchos alumnos, e incluso en sus padres. Manfredo fue uno de los pocos que la acept�. Unos d�as antes de una prueba importante de matem�ticas, Manfredo se acerc� a Rosario. MANFREDO: �Vamos a estudiar hoy? ROSARIO: �De verdad quieres estudiar conmigo? No estoy muy popular �ltimamente. MANFREDO: Si es por lo que dicen de tu lesbianismo, no tengo problemas. ROSARIO: Es que soy lesbiana. No es solo lo que dicen. MANFREDO: Bueno, �nos juntamos? ROSARIO: Claro. �Y por qu� lo haces? MANFREDO: Tengo mis razones. ROSARIO: No me digas que eres gay ... MANFREDO: No, lo que pasa es que tengo un primo con el que somos muy amigos que es gay. Nos conocemos de muy ni�os, y vivimos juntos la pubertad. Entonces �l se dio cuenta que era gay, y yo me di cuenta de que soy heterosexual. Nos cont�bamos nuestras emociones y experiencias. Rosario hac�a gestos de boca y cejas como mostrando complacencia de lo que �l dec�a. MANFREDO: Entonces lo de entender y aceptar a los que son as�, ya lo viv�. La conversaci�n termin� con un fuerte abrazo que le dio Rosario a Manfredo. Finalmente, se juntaron a estudiar los dos solos. Un par de semanas despu�s, otros compa�eros volvieron a estudiar con Manfredo y Rosario. La actitud de Manfredo los incentiv� a abrir su mente y a aceptarla. Todo eso lo supo Bel�n y sus padres. De ah�, le estuvieron eternamente agradecidos a Manfredo. Una vez que terminaron el colegio, Rosario se fue a vivir a Estados Unidos. Ah� la recibieron sus padrinos, quienes, siendo chilenos, siempre la aceptaron con su condici�n sexual. Tuvo m�s de una pareja mujer, hasta que se estabiliz� con una de ellas, llamada Cindy. Con Manfredo se mantuvieron en contacto por Wasap e Instagram, y conversaban en promedio una vez al a�o. Se vieron en un par de viajes que ella hizo a Chile. Cuando Manfredo y Rosario salieron del colegio, Bel�n estaba terminando su segundo a�o de enfermer�a, en una conocida universidad de Santiago de Chile. UN A�O ANTES DEL ACCIDENTE DE MANFREDO Con 38 a�os, Manfredo estaba en plena carrera profesional, como ingeniero en inform�tica. Se hab�a casado a los 25 a�os y ten�a un hijo de 12 a�os, tambi�n llamado Manfredo. Su matrimonio no andaba bien. Con su esposa Ver�nica hab�an hablado de separarse. Lo hab�an conversado un par de veces, pero optaron por postergarlo pensando en el bien de su hijo. Un s�bado en la ma�ana, Manfredo fue a un mall. Ya era habitual que esas salidas las hiciera solo, o al menos sin la compa��a de su esposa. De vuelta pas� a tomar un caf� a una gasolinera. Tuvo la grata sorpresa de encontrarse con Bel�n. Se vieron y se reconocieron de inmediato. Se abrazaron y se besaron en la mejilla. Ella estaba vestida con el uniforme azul oscuro de enfermera. El pelo lo llevaba suelto, pero seguramente se lo iba a tomar para trabajar. MANFREDO: �Te toca turno? Me imagino que s�, porque te veo con uniforme. BELEN: Claro, entro a las 15. Vine a almorzar, porque a�n tengo algo de tiempo. �Me acompa�as? Te invito a algo. Manfredo pidi� un caf� y se sentaron mientras ella almorzaba. El pens� que no les cost� reconocerse, pues se hab�an visto varias veces en las comidas de aniversario del colegio. Se fij� una vez m�s en el tama�o de sus brazos y manos, m�s grandes que las de �l. Ella se dio cuenta de como la miraba, pero no hizo comentarios. BELEN: �Y c�mo est�n tu se�ora y tu hijo? MANFREDO: Ellos est�n bien. Lo que no anda muy bien es el matrimonio. Ya hemos hablado se separarnos, y preferimos esperar por el bien de nuestro hijo. BELEN: Te entiendo ... Mi matrimonio anda un poco mejor que el tuyo, pero un poco no m�s. MANFREDO: Jajajajaja . Perdona que me r�a, pero me hace gracias como lo dices. BELEN: No hay problema. Ella le coment� que su hija, llamada Karina, ya ten�a 20 a�os. La tuvo a los 21 a�os, como resultado de un embarazo no planificado. Se cas� con el padre de su hija, a quien Manfredo conoci� cuando iba a la casa de ellas. Karina estaba estudiando qu�mica y farmacia en la universidad. BELEN: Mi hija est� m�s alta que yo. Mide uno ochenta y tres. MANFREDO: T� debes medir un metro ochenta, calculo. BELEN: Uno ochenta y uno para mayor precisi�n. T� eres como mi hermana Rosario, me acuerdo. MANFREDO: Claro, los dos medimos uno setenta y siete. Ella termin� de almorzar. Se pusieron de pie. Ella le pidi� que la acompa�ara al cajero autom�tico. Retir� algo de dinero. Despu�s le dijo que se despidieran ah� mismo, porque en los estacionamientos los pod�a ver alguien. Se dieron un fuerte abrazo y �l la bes� largo en la mejilla. Despu�s de despedirse �l se qued� recordando cosas de cuando eran j�venes. Una vez estaban estudiando el grupo de los cuatro m�s cercanos en la casa de los pap�s de Bel�n y Rosario. Despu�s de finalizar el estudio se quedaron conversando. Se les ocurri� hacer vencidas. Al rato lleg� Bel�n y pregunt� si pod�a participar. Lo hizo y fue gan�ndoles uno a uno, mujeres y hombres. En otra ocasi�n tom� a Rosario y Manfredo por la cintura, uno en cada brazo, y los levant�. Despu�s carg� a Manfredo con el peso repartido en sus hombros. Realmente ten�a mucha fuerza. Manfredo no quiso recordar eso con Bel�n. No era la idea que hicieran vencidas donde estaban. DE VUELTA AL TIEMPO PRESENTE En urgencia fue atendido por dos m�dicos. Despu�s de las curaciones preliminares decidieron que se internara. Mientras esperaban al camillero, Bel�n convers� un rato con �l. BELEN: Vas a estar unos d�as en la cl�nica. MANFREDO: Eso pens�. �Puedes irme a visitar a mi cuarto? BELEN: �Quieres? MANFREDO: �Por supuesto que quiero! BELEN: Muy bien, lo har� antes o despu�s de mis turnos. Ella se acerc� y le dio un beso en la mejilla. Intercambian n�meros de celular. PRIMERA VISITA DE BELEN Fue tres d�as despu�s de que Manfredo fuera internado. Bel�n lleg� un poco antes de su turno. Estaba con su uniforme azul marino, de mangas corta, lo que le permit�a que se le vieran los tremendos brazos y manos, que a Manfredo siempre le gustaron. Se dieron un beso en los cachetes. Conversaron de sus respectivos matrimonios. Por la conversaci�n que tuvieron hace un a�o, ambos sab�an que el del otro andaba mal. Manfredo cont� que ya se hab�a separado. El amor ya se hab�a terminado, y su ex se puso muy gastadora. Todo eso gatill� fuertes discusiones, hasta que optaron por divorciarse. Faltaba un par de tr�mites para sentencia de divorcio, pero �l ya estaba viviendo en un departamento que hab�a arrendado. Bel�n a�n viv�a con su esposo e hija, pero la separaci�n estaba acordada. Dr�sticamente, ella inicia otro tema. BELEN: Me mirabas bastante cuando �ramos j�venes ... MANFREDO: L�gico, si nos ve�amos bastante. Yo iba a la casa de ustedes dos o tres veces por semana. BELEN: No estoy hablando de eso. MANFREDO: �Entonces? BELEN: Me refiero a que me devorabas con la mirada. MANFREDO: Ah jajajajajaja. Ya entiendo. Pues s�, te miraba bastante. Siempre te encontr� muy guapa. BELEN: O sea que te gustaba. MANFREDO: S�, no te lo voy a negar. BELEN: Bueno, lleg� el momento de que nos confesemos. T� tambi�n me empezaste a gustar. MANFREDO: ��No digas!! Cu�ntame m�s. BELEN: Cuando ayudaste a mi hermana, por una parte fue un tremendo gesto que reflej� un gran coraz�n MANFREDO: �Y por otra parte? BELEN: Lo encontr� muy varonil, y me erotiz� el que te pasaras a tantas personas por cierta parte, en busca de un objetivo sano. Adem�s de que feo no eres. MANFREDO: �No te import� el que yo fuera m�s bajo? BELEN: Eso es otra cosa curiosa. Fue la primera vez que me lleg� a gustar alguien m�s bajo que yo. Los pololos que tuve eran como yo o m�s altos. Y mi esposo es m�s alto. En ese momento lleg� una kinesi�loga, llamada Myriam, quien ven�a hacer ejercicios con Manfredo. Se salud� con Bel�n, pues se conoc�an por trabajar en la misma cl�nica. BELEN: Manfredo es amigo m�o. Estudiamos en el mismo colegio. Fue compa�ero de mi hermana. Me toc� recibirlo en urgencia. MYRIAM: Mira que interesante ... Entonces, Bel�n decide irse. Le da una beso a Manfredo y otro a Myriam Manfredo ya hab�a sido atendido por Myriam, el d�a anterior. Era muy alta y le cont� que med�a uno ochenta y dos. SEGUNDA VISITA DE BELEN Llega y le da un beso a Manfredo, toc�ndole por el lado la comisura de los labios: le pregunta c�mo se ha sentido. Mientras conversan le acaricia la cara con sus dedos. A Manfredo le agrada y sonr�e. Le toma la mano y se la acaricia. Comienza una erecci�n, la que algo se nota debajo de la ropa de cama. Ella baja la mano y le toma el pie izquierdo y se lo aprieta suavemente, Manfredo lo disfruta, pues los pies son una zona er�tica. MANFREDO: T� me has hecho muy grata mi estad�a en la cl�nica. BELEN: Te iba a contar que mi exesposo se fue de la casa. Ya es un paso m�s en mi separaci�n MANFREDO: Pues, te felicito. BELEN: Gracias. Acto seguido ella le da un beso en la boca y contactan sus lenguas. MANFREDO: Gracias. Eso lo tomo como un beneficio para m� de que se haya ido tu esposo. BELEN: Jajajaja.: No podemos pasarnos besando. En cualquier momento entra alguien, incluso un m�dico. MANFREDO: �Hay alg�n problema con eso? BELEN: No est� en el reglamento, pero igual tenemos que irnos con cuidado. No puede haber relaciones entre enfermeras y pacientes. Al menos no en forma abierta. MANFREDO: Entiendo. En eso entr� Myriam, la kinesi�loga. Los vio que estaban conversando con agrado, muy cerca el uno del otro. Se saludan. BELEN: Bueno, los dejo para que puedan hacer ejercicios. MYRIAM: �Tienes turno, Bel�n? BELEN: Dentro de un poco m�s de una hora. MYRIAM: Puedo atender a dos pacientes antes y volver, porque los veo entretenidos conversando. BELEN: Te lo agradezco harto. MANFREDO: Yo tambi�n. Siguieron conversando, y acarici�ndose. Al rato entr� una t�cnico en enfermer�a, llamada Ang�lica. Ten�a que tomarle la temperatura y presi�n. Se vio sorprendida al ver a Bel�n, a quien conoc�a como enfermera de la cl�nica. Esta le explic� que estaba como visita, porque son amigos. Le pregunt� si se pod�a quedar, a lo que Ang�lica accedi�. UNA VISITA AL FINALIZAR LA SEGUNDA VISITA DE BELEN Se estaban besando, cuando sienten que alguien golpea la puerta. Se separan r�pidamente. Quien hace su entrada es una prima de Manfredo, llamada Eliana. Para sorpresa de Manfredo, Bel�n y Eliana se conoc�an. Y para sorpresa de las chicas, la otra se conoc�a con Manfredo. Eliana los saluda de beso a los dos. Una caracter�stica de Eliana es que es muy alta. Mide uno ochenta y dos, o sea cuatro cent�metros m�s que Manfredo y un cent�metro m�s que Bel�n. MANFREDO (dirigi�ndose a Eliana): A Bel�n la conozco desde la �poca del colegio. Yo fui compa�ero y amigo de su hermana, y muchas veces fui a la casa de ellas a estudiar y a actividades sociales. Nos encontramos cuando llegu� a urgencia. MANFREDO (dirigi�ndose a Bel�n): Eliana es mi prima. Nos hemos visto toda la vida, al igual que con sus padres. Ahora cu�ntenme como se conocen. BELEN: Una, nos conocimos en los campeonatos inter escolares de b�squetbol. Las dos �ramos seleccionadas de nuestros colegios. ELIANA: Hoy somos vecinas, y vamos al mismo gimnasio. Nos encontramos con frecuencia, y muchas veces conversamos. MANFREDO: �Genial coincidencia! Las chicas asintieron reafirmando que hab�a sido una gran coincidencia. En eso, Bel�n se retira, porque ya iba a empezar su turno. Se despide de los dos de beso. Manfredo y Eliana se quedan conversando un rato. Ella se alegra al saber que el iba mejorando. Luego cambia de tema. ELIANA: Bel�n se est� separando, seg�n me cont�. MANFREDO: As� es. Ella sonr�e como insinuando que pod�a haber algo entre Manfredo y Bel�n. �l se hace el tonto y evita hablar del tema, dado el acuerdo de secreto con Bel�n TERCERA VISITA DE BELEN Fue cuatro d�as despu�s de la segunda visita. Ambos hubieran querido verse todos los d�as, pero no pod�an ser tan evidentes. Igual hablaban por tel�fono dos o tres veces al d�a. Bel�n entr� al cuarto estando �l solo. Se acerc� a �l y le dio un beso largo en la boca. Mientras lo hac�a, �l la abrazaba por la espalda. Al minuto le baj� la mano y le agarr� el trasero. Ella rio y lo objet� sin enojarse. Le sac� la mano de ese lugar BELEN: Oyeeee MANFREDO: �Qu�? BELEN: �No me agarres el culo! MANFREDO: Bueno. Es que se me fueron las manos, y esto lo hubiera hecho hace veintitantos a�os. BELEN: Mira t�. �eh? Ella vio el bulto que ten�a en la zona genital. De hecho, su erecci�n levantaba la s�bana. Rio intensamente. MANFREDO: �De qu� te r�es? BELEN: Lo sabes perfectamente ... De la carpa de circo que tienes en tu cama. MANFREDO: Bueno, es por ti que me he puesto as�. BELEN: Mmmm, �qu� halago! Permiso ... Ni corta ni perezosa, le corri� la s�bana de modo que el pene totalmente erecto se vio apuntando hacia arriba. Ella hizo un gesto de aprobaci�n BELEN: Nada mal. No te lo voy a tocar porque es posible que eyacules. MANFREDO: Est� bien, tienes raz�n. Rieron juntos por un rato, hasta que �l decidi� hablar con ella un tema que le interesaba. BELEN: Bueno, me retiro por hoy. MANFREDO: Espera. Quiero hablar contigo. BELEN: Claro. MANFREDO: Me van a dar de alta luego. BELEN: Es una buena noticia. Significa que te est�s mejorando. MANFREDO: Quero que nos sigamos viendo cuando yo est� de alta. Y que tengamos sexo completo, como no lo hemos podido tener. Y no niego que ha sido lindo lo que hemos tenido. Ella lo queda mirando con cara de estar meditando. MANFREDO: Quiero que seamos pololos. Te lo digo directamente. Ella lo sigue mirando. MANFREDO: Bueno, �qu� piensas? BELEN: Mi coraz�n dice que la idea me encanta. MANFREDO: �Y tu cerebro dice otra cosa? BELEN: Mi cerebro dice que hay que tener precauciones, pero tambi�n dice que s�. Se besan con lenguas sellando el compromiso. Ella se retira. BELEN SUFRE ACOSO SEXUAL En la cl�nica hab�a un m�dico conocido como el "Doctor Jara". Con ese apelativo Bel�n se dirig�a a �l. Ella conoc�a su nombre, pero quer�a mantener la distancia, pues era conocido por acercarse a las mujeres m�s de la cuenta. Corr�an los comentarios de que acosaba a las funcionarias, y en algunos casos hab�a habido consentimiento. Bel�n era una de las enfermeras que estaba en el objetivo del Doctor Jara. No sab�a si era la �nica, pero percib�a claramente los tonos y miradas con intenci�n de seducirla. Adem�s, dos veces hab�a tocado en el brazo cuando quer�a preguntarle algo. De alguna manera el Doctor Jara se enter� de la separaci�n de Bel�n. Trat� de verlo como una oportunidad para hacer realidad sus intenciones. Un d�a se top� con ella en el ascensor. Se dio que nadie m�s hab�a. La toc� en el antebrazo, y le dijo "s� de lo que te ha pasado. Si quieres te invito a algo y conversamos m�s, y luego nos conocemos". Bel�n le sac� la mano de donde se la estaba tocando y le dijo en tono brusco "no me interesa, gracias". La siguiente vez se encontraron en una plaza. No era raro, pues viv�an relativamente cerca, y la plaza era una de las del barrio. El Doctor Jara se le acer� y le dijo "espero que no estes enojada, nos podemos entender". Ella lo mir�. El Doctor le ofreci� la mano y le dijo que hicieran las paces. Bel�n le tom� la mano y se la comenz� a apretar, tan fuerte de modo que �l lanz� un aullido. Trat� de soltarse, pero no pudo. La fuerza de Bel�n era muy superior a la de �l. "Su�ltame", grit� �l. Lo que sigui� es que Bel�n le hizo una llave de lucha, y el Doctor Jara termin� d�ndole la espalda a ella e inmovilizado. Bel�n lo sujetaba con solo una mano y �l no se pod�a mover. Despu�s de eso ella le dio un empuj�n con lo que cay� en el pasto. El Doctor se puso de pie y la increp�. "Desgraciada", le dijo. Le mand� un golpe de pu�o en la cara. Ella dio vuelta la cabeza, siguiendo la trayectoria del pu�o, de manera que el golpe la alcanz�, pero no le hizo da�o. El siguiente golpe se lo ataj� en el aire, y volvi� a hacerle la llave, inmoviliz�ndolo por segunda vez. BELEN: No quiero seguir con esto, as� que si es necesario le voy a quebrar un brazo. DOCTOR JARA: �Est� bien!, �est� bien! BELEN: Y no quiero m�s acosos. El doctor asinti� con la cabeza. Se convenci� de que Bel�n ten�a mucha m�s fuerza que �l, y que sab�a pelear. De ah� en adelante, no hubo m�s intentos de acercamiento, y cuando se encontraban se saludaban con una venia. ULTIMA VISITA DE BELEN Fue un jueves. El alta estaba contemplada para el d�a siguiente. Ella lo llega a visitar antes de su turno, como ya era costumbre. Se saludan con un beso en la boca, como tambi�n era costumbre. Bel�n le cuenta el caso de acoso que le hab�a tocado vivir. Manfredo sonri� y le dijo que ese doctor no sab�a con quien se met�a. Eso hace re�r a Bel�n. Luego comentan un par de cosas m�s. BELEN: �Te vas a ir a tu departamento? MANFREDO: No, voy a estar en la casa de mis padres, hasta que mejore bien. Calculo una semana. BELEN: Me parece una buena idea. MANFREDO: �Te toca turno el fin de semana? BELEN: El domingo a las 3 de la tarde. MANFREDO: Entonces el s�bado podemos ir a mi departamento. BELEN: mmm �Y para qu� me quieres llevar a tu departamento? �Qu� me vas a hacer? MANFREDO: jajajajaaa Nada que t� no quieras. BELEN: �Nada que yo no quiera? �Huy! Eso suena peligroso. MANFREDO: jajajaja BELEN: Bueno, hablando en serio. Vamos a tomar algunas precauciones. MANFREDO: A ver ... BELEN: Yo te voy a pasar a buscar a la casa de tus pap�s. No creo que haya problema con eso. MANFREDO: Por supuesto que no. BELEN: Vamos a almorzar alguna parte, algo liviano. Y ah� vamos a ver c�mo te sientes. MANFREDO: Okey. BELEN: De ah� nos vamos a tu departamento, y si hacemos el amor, t� te pones de espalda y yo voy arriba. Manfredo asiente con boca, cejas y cabeza. SABADO Finalmente, las cosas se dieron como lo plane� Bel�n. Despu�s de haber ido a almorzar, llegaron al departamento de Manfredo. Este se tendi� de espalda a la cama. Bel�n le ayud� a sacarse los pantalones y calzoncillos. Le abri� la camisa. Luego ella se desnud�. Se besaron y se acariciaron. Ella le tom� el pene y la erecci�n vino r�pido. Cuando el pene estuvo bien erecto, ella se subi� y se insert� el pene en la vagina. Ella puso el ritmo de movimiento, como era la idea. Ella tuvo primero su orgasmo. Al cabo de unos segundos, �l eyacul�. Bel�n se qued� a dormir con �l la noche de s�bado para domingo. Hicieron el amor en la ma�ana. Despu�s de almuerzo fue a dejar a Manfredo a la casa de sus padres, para luego irse al turno. SEIS MESES DESPUES Manfredo ha vuelto a la normalidad. Va al gimnasio, pero evita jugar futbol, cosa que hac�a antes. El sexo lo hacen en distintas posiciones, con lo cual �l no tiene problema. Han comenzado a hacer pruebas de fuerza. Ella lo ha tomado en brazos de muchas maneras. En una ida a la playa, ella lo carg� en sus hombros y espalda, cosa que hizo sin dificultad. Eso ha puesto muy caliente a Manfredo, y m�s de una vez han ido r�pido a hacer el amor. Cuando �l se ha sentido en condiciones de hacer vencidas, las han hecho, y ella ha sido la ganadora en forma inapelable. A veces caminan juntos por la calle, ella abraz�ndolo por el hombro y ella por la cintura. Llaman la atenci�n de las personas. Mal que mal, ella es cuatro cent�metros m�s alta, los que se acent�an cuando se pone tacones. Eso lo hacen en lugares muy seleccionados. Evitan asistir juntos a reuniones sociales. No quisieran que corrieran los chismes sobre ellos, por el momento. La exesposa de Manfredo no ha visto con buenos ojos la relaci�n de �l con Bel�n. De hecho, no l interesa encontrarse con Bel�n. El exesposo de ella no ha puesto muchos problemas, pero tampoco muestra mucho inter�s en conocer a Manfredo. Bel�n duerme unas tres veces por semana con Manfredo. Lo har�a siempre, pero no quiere dejar sola a su hija Karina, pese a que tiene 22 a�os, y est� terminando la carrera. La relaci�n ha sido muy bien vista en la familia de Bel�n, por el gran aprecio que le tienen a Manfredo. Eso proviene de la gran ayuda que le proporcion� a Rosario, la hermana menor de Bel�n, hace ya 25 a�os HECHOS POSTERIORES Cuando llevaban un a�o y medio juntos, acordaron convivir. Su hija Karina ya estaba titulada y al poco tiempo tuvo un embarazo no planificado. Se cas� con el padre de la criatura. As�. Bel�n se convirti� en abuela a los 44 a�os. Con Manfredo, Bel�n ya ha hecho dos viajes a Estados Unidos, donde su hermana Rosario los recibi� con mucho cari�o. Ya han salido algunas veces con el hijo de Manfredo, y las cosas han andado bien. RELACION DE PERSONAJES DE OTRAS HISTORIAS DEL MISMO AUTOR Ang�lica, la auxiliar de enfermer�a, es personaje secundario de "Adela y Benjam�n, compa�eros de universidad", partes 1 y 2. Eliana, la prima de Manfredo que lo va a ver, y que se conoce con Bel�n, es protagonista de "Max conoce a una chica en el colegio. Es personaje secundario de "Max y Lorena, la bibliotecaria" y "Ulises y Renata, compa�eros de colegio y de campus". Finalmente, es mencionada en "Fabiola y Guido, excompa�eros de liceo". . .