La familia a mis pies Este verano puse en práctica mi antiguo deseo de someter a mi suegra y anexarla a mi corte de esclavos. Ella era una buena ama de casa y me vendría bien dirigiendo la mía. Además era una mujer aún atractiva que podía proporcionarme mucho placer como esclava sexual. Teniendo a mi servicio a su marido y a su hijo estarían todos comprometidos. Yo sería la reina indiscutible y todos estarán en actitud penitente a mis pies. Hacía tiempo que su figura me exacerbaba el apetito sexual. Me mojaba toda de solo imaginarla chupándome el culo y con su hijo mirando la escena, atento a servirme en mis apetitos desmesurados.. Con sus aires de señora se arrastraría por el suelo reptando a lamerme las botas y trepando por ellas chupando toda la caña de cuero hasta llegar a mis muslos donde recibiría mi orgasmo en su boca.. Como ustedes saben, vivo con mis dos maridos Mufy y July que ya han pasado por todas las experiencias de sometimiento. Son esclavos totales. Ahora, con el agregado del padre de Mufy, quien ya está entregado por completo a mis caprichos. Estos tres hombres cumplen diversas funciones a mi servicio. No concibo tener a alguien por amor. Deben cumplir una función de servidumbre para que los acepte. Son sirvientes, amantes, esclavos, muñecos, etc. Los uso tanto para follármelos como para descargarles un sonoro cachetazo cuando me apetece castigarlos por cualquier insignificancia. Son esclavos totales y hago con ellos lo que quiero. No vacilo en dejarme llevar por mis instintos de sadismo o mis impulsos salvajes. Mi suegra que se llama Constancia, se la pasaba espiándome a hurtadillas. Miraba mis zapatos de tacón y mi ropa ajustada y llamativa. Estaba asombrada y escandalizada con mi conducta desinhibida y desvergonzada. Cuando venia a mi casa se quedaba asombrada de ver a su propio marido atender mis necesidades con tanta devoción. Yo soy muy mandona y doy las órdenes a los hombres con voz seca y autoritaria. Sin sonrisas. Todos cumplían de inmediato y la pobre Constancia se mordía los labios de la envidia. Juré montármela cuanto antes y tenerla a mi servicio. Me excitaba su postura remilgada y su mirada ansiosa. Moral por un lado y servidumbre por el otro. Lo que más caliente me pone. Sus miradas de censura, lejos de amedrentarme me excitaron más aún. Fui dándole forma a mi plan de sodomizarla para satisfacer mis instintos salvajes y mi lujuria desmedida. Me excita imaginarme a las personas habitando en mi entrepierna. Siento los calores "allí abajo" entre las piernas cuando pienso en someter a alguien y enviarlo a ese lugar tan excitante que es la unión de mis piernas altas y hermosas. Me masturbaba el clítoris con mi propia belleza. Mi propio cuerpo es la principal fuente de excitación que tengo. Las otras personas, hombres o mujeres solo me calientan si son muy hermosos y delicados como víctimas tiernas. Los chicos efebos de cuerpo hermoso me ponen caliente. Son aptos para ser violados y sodomizados. Las amas de casa frustradas que se cuidan la piel para que nadie se las bese. Yo me masturbo con el clítoris frotando esa piel delicada. Ser dominante, someter y poner a la gente de rodillas y hundir sus cabezas entre mis piernas, cabalgar sobre sus rostros con mi culo aplastando sus narices. Masturbar el culo con la nariz de mi victima y sentir su lengua lamerme el ano. Esa es mi vida. Tengo unos orgasmos parecidos a un tsunami. No me puedo detener. Cuando empiezo mi seguidilla de orgasmos no hay nada capaz de detenerme. Puede darle un ataque cardiaco a mi suegro cuando me hago chupar el culo, que una vez comenzada mi seguidilla de corridas no me detengo hasta quedar satisfecha. Si se muere o le llega a faltar el aire es su problema. El mío es gozar sin pausa. Ellos son las victimas. Yo soy la vagina poderosa. Mi coño es el rey. No existe la igualdad en el amor y en le sexo. Uno ama y el otro es amado. Uno goza y el otro es sirviente. Mi egoísmo es fascinante y solo me interesa mi propio cuerpo. A mi me sirven siempre. Como les contaba, comenzaba mi plan para someter a Constancia. Debía escarbar en su personalidad hasta encontrar algo podrido: Mi intuición me indicada su presencia. Mis mejores ayudantes eran los hombres. Su marido y su hijo. Estos estaban bajo mi dominio y me serían útiles. También tendría que prever alguna posible oposición por parte de los hombres. Alguna forma de rebeldía. Debo considerar que son padre, madre e hijo. No es una tarea fácil. Para dejar a los hombres fuera de circulación, volverlos inofensivos corderos y tener el camino libre hacia mi objetivo, decidí extraerles el semen de manera extraordinaria. Duplicaría sus eyaculaciones para que queden completamente disecados a mi merced. Los hombres cuando carecen de fluidos seminales se doblegan por completo. De paso gozaría el doble yo tambien al verlos desesperados. Me pone caliente verlos indefensos y exprimidos. Comencé con Mufy. No lo dejé en paz. Donde lo veía le tomaba la polla con las manos y lo pajeaba con fuerza hasta que soltaba la leche. Cuando su polla se hinchaba anunciando la explosión, entonces me agachaba y apuntaba la polla a mi boca, con los labios rojos y grandes abiertos para recibir el néctar. La leche caía en mi lengua. Me la tragaba con fricción y me relamía los labios. La saboreaba en su presencia con mirada devoradora. El pobre infeliz se angustiaba y sus ojos imploraban clemencia que no obtenía por supuesto. Saboreaba la lecha y pedía más y más. Cuando me parecía oportuno para otra lechada se la chupaba entera. Me la metía hasta la garganta. La polla de Mufy es grande y sabrosa. Apoyaba el glande en mi garganta y movía los músculos maxilares para pajearla sin chuparla. Se volvía loco. Obtenía una segunda ordeñada más pequeña. Luego de la segunda exprimida le tomaba su rostro y lo frotaba sobre mi pubis y mi coño pajeándome descaradamente con su turbación. Le escupía su propio semen en la cara y, con su rostro humedecido de leche me lo frotaba por el coño. Tenía varios orgasmos. Si me apetecía continuaba provocándolo. Le tanteaba los huevos con la mano a ver si había reservas. -Todavía te quedan algunas gotas para mi - le decía - dámelas - Lo empujaba contra la pared. Abría mis piernas y lo abrazaba con la pierna derecha. Pasaba la mano por debajo de ella y le tomaba la polla mientras lo oprimía con la pierna alzada. Obtenía una tercera lechada de manera salvaje apretándolo contra la pared y estrujándole la polla a lo bestia. Combinaba el placer con el trabajo. El plan malvado que estaba ejecutando de someter a su propia madre me excitaba enormemente y mis orgasmos eran muy salvajes. Más de lo habitual. Cada maldad que pongo en práctica me abre un nuevo mundo de orgasmos intensos. Me gusta avanzar en mi tarea de aplastar a la gente bajo mis tacones. Experimento nuevas sensaciones de placer y veo que mi cuerpo es una fuente inagotable de orgasmos. Cada aventura eran orgasmos inéditos y mi cuerpo respondía a las intensas sensaciones nuevas. Una vez vencido el hijo, cuando estaba evidentemente seco, sin una gota de leche, le interrogaba acerca de la madre ... .Como era su infancia ... Que personalidad mostraba su madre ... Como era su actitud moralista ... Me enteré que lo vigilaba de niño para que no se masturbe ... Eso me dio la pista que la mujer era de esas que exigen la moral en los demás pero que ella debía tener sus buenas pajas a escondidas ... Deduje que para dominarla debía mostrarme muy desenfadada ante ella y exhibirle mis orgasmos sin turbación. La inmovilizaría al carecer de moral propia. Luego podría obligarla a pajearme y que admire mi cuerpo y mis corridas. Estaba confiada que todo saldría bien. La excitación de la cacería. La cercanía de la presa. La calentura "allí abajo". Con Josep, mi suegro, seguí una táctica diferente pero igual de salvaje. Sin compasión alguna. Los hombres son muy fáciles ... En mis manos se entregan por completo. Una vez que veo el pene tieso a mis órdenes hago lo que quiero. He visto que cuanto más desvergonzada y lanzada es mi conducta mas obediencia obtengo de los hombres. Por eso no tengo límites. Me follaría a la madre de mi marido, la esposa de mi suegro. Ellos terminarían acatando mis acciones dominantes como lo habían hecho siempre. No les quedaba otra salida. A Josep lo llamaba por teléfono cuando sabia que estaba en la casa con su mujer mirando la televisión. Le hablaba con mucho morbo. - ¿Que estás haciendo? ... ¿La tienes dura ... ? - ¿Sabes lo que estoy haciendo yo...? - Tengo a tu hijo bajo mi culo ... Me está masturbando con la lengua ... ¿Sientes mi corrida...? El pobre se desesperaba. No sabía como responderme para no delatarse frente a su mujer. Seguramente estaría escuchando sospechando el origen de la llamada. Era lo que esperaba. Me enteré que había instalado una línea paralela para poder escuchar a su marido. Mi plan funcionaba a la perfección. A Josep me dediqué a ordeñarlo simplemente como una vaca. Venía a mi casa con mucha frecuencia. Entonces, en la misma presencia de su hijo me aflojaba una sandalia y se la arrojaba al rostro de una patada. - ¡ ... Cógela con la boca ... ..! El imbécil corría a cogerla con la boca antes que toque el suelo. Mufy miraba la conducta de su padre y se avergonzaba. No atinaba a hacer nada. Mi dominio sobre ambos era absoluto. Además de no atinar ... . tampoco podían hacer nada aunque quisieran. No tenían más opción que someterse a mi tiranía. Cualquier otra cosa significaba que los reemplazaría de inmediato. Víctimas dispuestas tenía por doquier ... . Así es como tengo atrapados a los hombres. Me adueño de su semen y vuelvo propietaria total. Ellos no se dan cuenta de nada hasta que es demasiado tarde. Y ya están exprimidos. Josep cogía la sandalia con la boca y me la traía gateando en cuatro patas. - Bésala, lámela con devoción ... .. Mastúrbate mientras la miras ... ... Derrama tu leche en ella ... .. Cálzamela ahora toda mojada ... ... Mira como pisoteo tu leche Luego de esta primer ordeñada le arrojaba lo otra sandalia y el imbécil corría como un perrito a buscarla en el aire. Repetía la liturgia del vaciamiento. Todo ello en la presencia de su hijo Mufy que miraba magnetizado por mi crueldad. Yo toda mojada. Ni bien se le ocurriera levantarse para decirme algo lo volvía a sentar de un cachetazo. Me acostumbré a pegarles a ambos. Al hijo lo castigaba a los cachetazos sin importarme la opinión del padre. Cuando estaba descontrolada por mi calentura la emprendía con Josep a los golpes mientras Mufy observaba. A Josep lo pateaba de la manera más humillante posible, calzada con los tacones afilados. O bien con el pie desnudo le cacheteaba la cara con los dedos de los pies. Me gusta pegarles mientras me frotaba los muslos y me corría gozando en su presencia. Ellos miraban inmóviles. Eran mi público. Con estos dos hombres mi poder era absoluto. Decidí que ellos mismos me sirvan a Constancia. Nada más placentero que un esclavo proveyéndote de más esclavos. Los excitaba con mi morbosidad habitual ... ... - ¿"Que te parece si le decimos a tu madre que venga a chuparme el culo ... ...mientras te cabalgo a ti y te saco tu leche..? - - Me chuparas el coño mientras tus padres me lamen las piernas - - Los veras arrastrarse por el suelo chupando las suelas de mis sandalias - Al pobre Mufy estas palabras lo sumergían por completo en mis dominios. No basta poseer el cuerpo. A mi me gusta devorarles la personalidad íntegramente. Que no existan, ni respiren, ni sientan sino es por intermedio de mis órganos genitales. Siempre la polla responde a mis estímulos. Me indica el camino. Se pone muy dura ... ... .. Entonces yo me acercaba de pie y le tomaba la polla con la mano y me pajeaba el clítoris a pesar de que mi coño estaba más alto. Estiraba la polla como si fuera de goma. Mientras le seguía hablando y le miraba a los ojos. Mirar es dominar. Nadie me aguanta la mirada pervertida de lujuria. Mufy agachaba los ojos vencido por completo. Cuando estaba seco lo dejaba sentado en el sofá y llamaba a su padre. Josep acudía de inmediato. Entre ellos dos ya habían perdido toda vergüenza y no se ocultaban su esclavitud. Yo me paseaba muy oronda con mi cuerpo alto y fuerte taconeando en el suelo mientras Mufy descansaba vencido en el sofá y Josep se acercaba a satisfacerme. Manso como un cordero que viene al sacrificio. El que más información me dio sobre Constancia fue su propio marido. Me contaba todo acerca de ella. Me la servía en bandeja de plata. ¡ ... Que asco..! ¡ ... Que placer..! Mi vagina hervía. Abría las piernas para que mis jugos cayeran al suelo y Josep los lamiera. Estaba excitadísima. No paraba de tener orgasmos, uno tras otro. Una vez que Josep me mojó las dos sandalias, yo me paseaba caminando sobre su jugo para que me viera. Lo obligaba a estar de rodillas y a masturbarse una vez más frente a mí. Le ponía las sandalias con su propia leche en la boca y le introducía la punta hasta el fondo. Cuando el imbécil eyaculaba yo le daba una patada con la suela de mis sandalias. Caía al suelo y se mojaba todo con su propia leche. Yo pisoteaba todos los restos de semen diseminados en el suelo. Mufy miraba en silencio. Una vez quiso intervenir en defensa del padre. La emprendí a los golpes con los dos. Cogí a Mufy por el cuello y lo obligué a mirar hacia abajo donde su padre estaba echado a mis pies. - Mira lo que hago con tu padre ... Mira bien ... - Le daba patadas con la punta de los zapatos ... . Le ponía el pié para que se acerque a besarlo como un perrito faldero. Josep obedecía. Mufy miraba. Con la mano derecha sostenía a Mufy cogido por el cuello para que observara. Con la izquierda me pajeaba sin ninguna vergüenza. - Miren como me corro con ustedes ... ! - Estaba tan excitada que terminaba frotando la cara de Mufy contra la vagina masturbándome mientras Josep se entregaba vencido a chuparme los pies, los zapatos y las piernas. Solté el cuerpo de Mufy que cayó sobre su padre. Los pateé a los dos. Los mandé a mi ropero. Que sigan de rodillas olfateando mi colección de zapatos de tacón. Estaba hastiada de ellos dos. Ya no sabía donde patearlos. Fui en busca de July que estaba fresco y vigoroso como un buen semental, esperando ingresar al servicio. Me lo llevé al dormitorio para usarlo, montarlo y sacarme la calentura que tenía encima. Así concluyó esa tarde. Mi plan marchaba a la perfección. Los dos hombres ya estaban en mi bolsillo. Había incrementado de tal manera mi poder sobre ellos que mi excitación era permanente. Tenía orgasmos sucesivos de solo verlos lavando o lustrando mis zapatos o limpiando la casa. Mi suegro en particular me excitaba más porque, como era de más edad, me permitía mayor salvajismo y maldad. Lo soportaba todo. Cuando estábamos a solas las escenas de humillación con Josep eran escandalosas. Él siempre de rodillas o gateando. Yo caminaba de un lado al otro. Cuando pasaba a su lado recibía una patada en cualquier parte de su cuerpo. Él me veía llegar y se preparaba para el golpe. Eso me ponía loca. Él siempre de rodillas como un perro lamiendo donde yo había pisado. Sonaba el teléfono. Yo lo cogía y le hacía señas que deseaba mear. Él corría desesperado a poner la boca. Lo meaba sin dejar de charlar con un próximo amante al cual que estaba preparando para devorarlo. Era muy astuta y lo seducía con habilidad. Nada dejaba entrever mi verdadera personalidad. El pobre no sabía lo que le esperaba. Josep seguía con la boca abierta y me tragaba toda la meada. Mientras yo me reía a carcajadas con el otro. El muy ladino derramaba siempre alguna gota para recibir una patada. Me tenía atrapada. No podía perdonarle la gota derramada. Me gustaba patearlo mientras me corría. Él buscaba la pateadura mientras exhibía su garrote. Todo esto sin dejar de hacerme la simpática con mi futura víctima. A Josep lo puse en antecedentes de lo que pensaba hacer con su mujer. Estaba tan devorado que no opuso ninguna resistencia. Por el contrario estaba listo para ayudarme a gozar de su esposa. Lo mandé a su casa y le dije que se quedara junto al teléfono. Constancia iría al otro aparato a escuchar y él no tenia que hacer nada. Yo me ocupaba de todo. Por la noche llamé y atendió Josep. Comencé a hablarle ... - ¿La tienes dura ... ... ?...... ¿No follas a tu mujer ... ?.... ¿No la pajeas ... ?.... ¿Te gustaría que tu mujer me chupara la vagina ... ? ... .Constancia es una pobre infeliz que nunca tuvo un coño como el mío ... La someteré a ella y me chupará el culo mientras tú me lames los zapatos. - Sentía la respiración jadeante de Constancia en la otra línea. Al no decirme nada era señal que estaba excitada. Ya la tenía en mi poder. Era cuestión de seguir avanzando hasta tenerla entre mis piernas. Si yo estaba acertada el próximo paso lo daría Constancia misma en su desesperación de someterse. Al dia siguiente me llama por teléfono. Dijo que necesitaba hablar conmigo. La cité en casa. Gozaba de mi triunfo por anticipado. Dispuse que July permanezca desnudo con el pene visible y haga el servicio de camarero. Todo estaba dispuesto para comerme a mi nueva víctima. El coño empapado. Por la tarde sonó el timbre y abrí personalmente. Vestía unas botas altas de cuero negro de charol. Brillantes y agresivas. Altas, por encima de la rodilla, de tacones finos y afilados. Un chaleco de lamé plateado, abierto, sin nada debajo, dejando ver los senos espectaculares. Era corto. Se veía el coño limpio y rasurado como lo uso siempre. El clítoris calibre Mágnum 44 estaba tieso apuntando como un fusil. Tenía plena libertad de movimientos con las piernas. Las uso como tentáculos para llevar a mi víctima a la boca de la vagina devoradora. Ella entró y se quedó paralizada al verme así vestida. No le di tiempo a reaccionar. La besé en la boca con fruición mordisqueándole los labios. Ella se resistía pero yo la abracé fuerte y la oprimía contra mis muslos para correrme mientras le comía su boca. Se retorcía toda pero yo era más fuerte. Es fundamental el uso de la fuerza. Es muy raro que una víctima se entregue libremente. Su moralidad le cierra el paso. Por eso es necesaria una dosis de fuerza. Un instante. La violación aleja la moral. Así llega la entrega. La decisión final no es de ellos sino mía. Sin soltarla levanté mi pierna derecha y la rodeé por la cintura. Es mi abrazo favorito. Inmovilizo a la víctima y tengo las manos y el cuerpo libre para fregarme el clítoris sobre ella ... ... Una vez con su piel a la vista le apoyé el clítoris enorme y puntiagudo contra sus muslos y comencé a frotarme despacio y cadenciosamente. Sin apuro. Que ella espera. La presión del clítoris grande sobre su piel le trasmitía mi poder. Ella comenzaba a someterse. Cuando sentí mi corrida inminente me apreté fuerte contra su cuerpo inmovilizándola. Que sintiera los estertores de mi vagina y del periné en el orgasmo. Sentí su cuerpo caer derrotado por mi violenta sacudida. July miraba. Su polla se endurecía como un mástil en mi honor. Era lo que quería. Solté a Constancia y la acompañé al recibidor. Ella miraba a July. Se lo presenté. Recién entonces supo que era mi segundo marido. Le dije que su hijo no era suficiente alimento. Necesitaba dos hombres como mínimo. El pene erecto de July era como un comité de bienvenida. Nos sentamos y July trajo café. Yo crucé las piernas en horcajadas bien abiertas con mi coño desnudo. Tomé la mano de Constancia y le enseñé a pajearme mientras conversábamos. Tomaba su mano y le indicaba como hacer los movimientos circulares masajeándome el clítoris y los labios de la vagina para producirme una corrida. En el momento del orgasmo le ordenaba introducir el dedo para que el periné lo absorbiera para adentro. Me la chupaba como una ventosa. - ¿De que quieres hablarme ... ? Ella no atinó a responder y se puso a llorar. Era el momento preciso para hundirla en mis fauces y devorarla. - ¿Ves la polla de July mi marido ... ? ... . ¿Cuanto hace que no ves una polla erecta ... ? ... ... ¿Sabes por que ... ? ... ... ..Porque la de tu marido me sirve a mi. Solo se corre ante mi vista ... Te enseñaré como lo exprimo a Josep hasta quitarle la ultima gota de leche ... Lo mejor que puedes hacer es unirte al grupo y adorarme como tu dueña ... ... .Mi cuerpo es perfecto y absorbe a tus hombres. A tu marido y a tu hijo. Ahora te absorberé a ti también ... ... ... Tu me servirás como una buena esclava. Estarás a misma altura que tu marido ... y tu hijo. En premio podrás ser castigada a mi gusto. - Mientras le hablaba así no dejaba de correrme en sus manos de la excitación que me producía verla tan entregada. Cuando terminé de adoctrinarla le tomé su cabeza y la hundí en mi vagina. La movía con mis manos como una posesa enloquecida de excitación. La usé de vibrador humano. Tuve muchos orgasmos fuertes en su boca, nariz y ojos. El momento había llegado. La acosté sobre el diván que tengo para sentarme encima de los rostros de mis victimas. Es un diván angosto donde el esclavo queda en posición acostado y yo me siento en su cara y le empapo el rostro con mis jugos. Cuando quiero pajearme me levanto ligeramente y el clítoris queda colgando y me froto sobre sus caras hasta quedar satisfecha. Allí la acosté a Constancia. Se dejó hacer con total sumisión. Me senté encima de ella aplastándola. Respiraba jadeante. Entonces lo llamé a Mufy. Su hijo que estaba en la habitación contigua esperando. El infeliz acudió de inmediato. Se paro frente a mí. - Mira quien me esta chupando el culo putito mío ... le dije. - Él vio el cabello de su madre que sobresalía de mi vagina ... . ... Reconoció el vestido. Sus ojos se abrieron y dejaron paso a sus emociones. Yo me preparé para la gran calentura. Me excita el desfile de emociones en los rostros de mis victimas. Ahora estaba por llegar lo mejor. Sus ojos expresaron un atisbo de rebeldía que me apresuré a aplastar atrayendo su boca y comiéndosela con mis labios. Lo aparté para seguir viendo sus reacciones. Ahora estaba paralizado sin saber que hacer. Estos eran los mejores momentos pues yo ocupaba esos espacios de indecisión. Su mirada era de desolación. Estaba sufriendo muy angustiado de ver a su santa madre entregada a mi viciosa personalidad. Quería evitarlo pero no podía. Mi poder era superior a toda la moral que le habían enseñado. ¡ ... .Me bajaban unos calores y unos jugos ... .! ¡Qué calentura ... .! Nada más excitante que ver sufrir a los demás en mi presencia. Me alimento de emociones. Me levanté ligeramente dejando espacio libre para frotar el clítoris mientras mis jugos humedecían la cara de Constancia ... .. - Mira como me corro en la cara de tu madre ... .. Mira putito ... le susurré al oído. - - ¿Sientes los lengüetazas de tu madre en mi culo ... ? - Se sentía el movimiento de la lengua de Constancia chupando con frenesí. Me corría una y otra vez mirando los ojos de Mufy ... .¡ Como sufría el imbécil ... ! ¡Qué excitación ... ! Su polla respondía mejor que su cerebro ... .Tiesa como siempre en mi presencia. Le cogí la polla. Abrí ligeramente las piernas. Los labios de mi vagina se abrían ansiosos. Me la succioné de un solo movimiento. La absorbí hasta tenerla bien dentro mío. Su propia madre me estaba chupando el culo. Comencé a moverme lentamente. Succionando su polla con movimientos de ventosa. Usaba mi periné como una aspiradora. Mientras la lengua de Constancia penetraba en mi ano y me pajeaba por detrás. El imbécil estaba tan dominado que no tardó en soltar la leche en mi vagina. ¡ ... .Hmmm....! Entonces, excitada al máximo por mi poder, escupí su polla todavia goteando semen y me froté la vagina sobre la cara de Constancia, derramando en ella el resto del semen de Mufy. La cara de ella humedecida por el jugo de Mufy me provocó un orgasmo impresionante. Lo recuerdo como uno de los más fuertes que tuve. - Mira como me corro con tu leche en la cara de tu madre ... - Me volví a sentar sobre ella presionando fuerte y moviéndome sobre la alfombra húmeda del semen de Mufy. Me mojé al ano con la leche y la lengua de Constancia. Tuve otro espectacular orgasmo. Dejé salir a Constancia de debajo de mi cuerpo. Por primera vez vio a su hijo allí y supo de quien era la leche que manchaba aún su cara. Vieras que escena. Ella con la cara húmeda del semen de su propio hijo y el pobre idiota mirando a su madre con los ojos agrandados y angustiados. La angustia ajena me enloquece. El cruce de miradas entre ellos dos me produjo otro orgasmo tremendo ... Estaba tan excitada que no lograba calmarme con nada ... Necesitaría muchos orgasmos para quedar satisfecha ese dia. Controlé de inmediato la situación volteando el cuerpo de Constancia mientras llamaba a gritos a Josep que trajera el arnés para violar mujeres por el culo. La acomodé a Constancia de un cachetazo sobre el sofá ... de rodillas con las piernas abiertas y su coño bien visible. El culo apuntando hacía mi. Mufy en silencio me dejaba hacer. No tenia voluntad propia ... Estaba seco del todo. Tampoco era cosa de dejarlo en paz, de modo que le dije que me pajeara el culo mientras me preparaba para follarme a su madre. Tenía el culo húmedo de su propia leche y de la saliva de su mamá. Josep trajo el arnés y me lo colocó de inmediato. Los mandé a los dos, padre e hijo a que abrieran las nalgas de Constancia ... .. - Lubríquenle el culo con vuestra saliva putitos ... ..- Los dos lubricaron el culo de la madre con abundante saliva para prepararlo. Yo estaba lista para embestir. Me acerqué con el enorme pene entre mis piernas y se lo introduje lentamente en el ano. Ellos le abrían las nalgas para favorecer la penetración. Estaba bien lubricado. Al principio lo hice despacio pero mi intención era destruirle el orgullo por completo. Ella sollozaba La puse a mi altura ... abrí bien las piernas con mis botas afiladas y comencé a galoparla como una posesa. Rápido ... muy rápido. Mientras gritaba enloquecida ... -Miren como me follo a Constancia ... ! - ¡ ... Sujétenla- ... .! - ¡ ... .àbranle las nalgas para que penetre mas ... ! Ahora si quedaría satisfecha ... Tuve un orgasmo tras otro mientras ellos dos sujetaban a mi victima, - ¡ ... .Miren como me los devoro a los tres ... 1 - Padre madre e hijo son mis esclavos ahora ... ! No recuerdo cuantos orgasmos tuve ese dia. Solo recuerdo que finalmente pude quedar agotada y satisfecha. Sin darles explicaciones los dejé a los tres solos con su vergüenza. Me fui a dormir con July. circelamalvada@hotmail.com